viernes, 8 de abril de 2011

¡Choco choco chocolate!

Dulces sensaciones
El romance y el chocolate van de la mano:  ¿quién no le regaló a su pareja una caja de bombones?
Y no solamente a la pareja: a mamá, a la abuela, a las tías, a quien sea! Regalar una caja de chocolates es como regalar una sonrisa con el corazón.
 
Es muy común escuchar que el chocolate es un alimento que nos hace sentir bien por razones psicológicas: una barra de chocolate es muchas veces para un niño,  el premio por una buena acción o por una buena calificación en la escuela. También lo es para los adultos! ¿Por qué? Porque la memoria gustativa de la infancia no se pierde sino que yace en nuestro cerebro hasta que algo la despierta.  Veamos: ¿quién, siendo chico, no ha recibido un chocolate de la abuela cuando venia a visitarnos? Y no eran esos los momentos más felices de nuestra vida?  Pues si, lo eran, porque mamá no siempre nos compraba lo que queríamos porque “ya comiste mucho dulce y te hace mal a los dientes”; la abuela, en esas situaciones, se transformaba en la cómplice de nuestras más golosas ambiciones.
O ¿quién, en el trabajo o estudiando, no ha sentido la necesidad de comer algo dulce? Lo primero que nos viene a la mente en esos momentos, es un chocolate o un bombón!


Un poco de historia
El chocolate es un árbol originario de América y es un alimento que hizo furor en Europa.  Llegó a España desde México, hacia 1520, en forma de barras y tabletas, pero no se comía sino que se bebía derretido y mezclado con agua o con leche.
Igual que el café o el té, el chocolate es un estimulante.

Es la palabra azteca (xocolatl) que aparecerá apenas deformada en todas las lenguas vivas. En el México azteca, donde por primera vez lo vieron los europeos, el cacao era la bebida favorita de los emperadores, que eran considerados dioses. 

A los Países Bajos llega antes (1606) que a Francia, siendo el cardenal Richelieu quien lo introduce en ese país.
Cabe aquí destacar que el chocolate era considerado en esa época como un medicamento y alimento a la vez.
Luego sigue su ruta y lo difunden en Italia, en Alemania y en Holanda.

Suiza, fabrica en 1820 las primeras tabletas tal comestibles y el Sr. Lindt mejoró el fundido logrando que las tabletas fueran perfectamente masticables. Henry Nestlé le incorporo leche en polvo para así obtener el chocolate sólido.

Una nota de color: los primeros en industrializar el chocolate fueron los ingleses.
Ya en 1860 tenemos chocolate en todas sus presentaciones y para distintos usos: bebidas, confitería, repostería, farmacéutica y cosméticos. De aquí en adelante se construirán fábricas de chocolate alrededor del mundo y grandes empresas se convertirán en la referencia obligada al hablar del chocolate, para delicia de todos.


¿Qué es el chocolate?

El chocolate, tal como lo conocemos y comemos hoy en día, es el producto final que surge de la mezcla de la pasta de cacao con manteca de cacao y azúcar.

Existen diferentes tipos de granos de cacao según cuál sea el árbol del cual se extrae y de las zonas de cultivo.

Tiene un alto contenido energético pues posee grasas, hidratos de carbono y proteínas.

Uno de los mitos que lo rodeaban era que por su dulce y exquisito sabor no era bueno para la salud; era una especie de alimento semi-prohibido, a tomar con precaución, lo cual no ha sido muy sencillo de soportar por todos aquellos que amaban el chocolate. Pero este preconcepto ha sido desmentido por  la comunidad científica.  
Hoy se sabe que el chocolate contiene más de 600 sustancias químicas, muchas de estas son beneficiosas para la salud. Dentro de sus beneficios se encuentra la mejoría del sistema cardiovascular, combatir el cáncer y proteger el sistema inmunológico. Sus cualidades se deben, principalmente, a las propiedades antioxidantes que contiene.


¿Y las recetas?
Recetas de pastelería que incluyan chocolate hay miles! Más que miles, diría decenas de miles!

No obstante, intentaré brindarles las más conocidas, las más clásicas  y que gustan a todo el mundo.

El famoso BROWNY

Ingredientes
150 gr de azúcar
3 huevos
90 gr de harina
100 gr de manteca
200 gr de chocolate
Batimos los 150 gr de azúcar con los tres huevos.
Derretimos la manteca con el chocolate a baño maría.
Mezclamos el batido de huevos con el chocolate.
Le agregamos la harina.
Mezclamos.Si queremos, le agregamos un puñado de nueces partidas.

Llevamos a un horno precalentado a 180° en un molde cuadrado de 20x20cm.
Horneamos durante 14 minutos.


La mousse de chocolate más rica que hay

4 yemas
4 claras
Azúcar 150 gr
Chocolate amargo derretido 250 gr
Crema chantilly 250 gr

Batimos las yemas con el azúcar hasta dejarlas blancas.
Le agregamos el chocolate derretido.
Luego le agregamos la crema chantilly.
Por ùltimo incorporamos delicadamente las claras batidas a nieve con una cucharada de azúcar.

Colocamos la mousse en copas o vasos y llevamos a la heladera hasta el momento de servirla. Se puede decorar con frutillas o frambuesas.



Bizcocho de chocolate rapidísimo

Colocamos en el bol de la procesadora (con la cuchilla puesta) 250 gramos de manteca bien blanda, 250 gramos de azúcar, 250 gramos de harina, 1 cucharada de cacao amargo, 5 huevos, una cucharita de extracto de vainilla y 150 gramos de chocolate derretido, en ese orden.
Procesamos hasta obtener una masa cremosa. Agregamos 5 cucharadas de leche y volvemos a procesar un minuto.
Volcamos en una budinera enmantecada y enharinada.
Llevamos a un horno precalentado a 160° durante aproximadamente 40 minutos o hasta que al introducir un palillo en el centro salga seco.
Se sirve con una buena cucharada de crema chantilly y otra de mermelada de frambuesas o de damascos.




Sea cual fuere el motivo, cualquier oportunidad es buena para comer un chocolate. Y el que diga lo contrario no está en su sano juicio! 


Hasta la próxima entrega!!

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