viernes, 25 de marzo de 2011

Dulce de Leche, El amigo de todos!

¿Qué se esconde detrás de éste exquisito manjar?
El dulce de leche es un dulce tradicional latinoamericano que se consume, de manera abundante, en países como Uruguay, Bolivia, Brasil, Argentina, entre otros.

¿Qué cuenta su historia?
La aparición del dulce de leche, como muchos de los grandes descubrimientos, fue una casualidad.
Pese a las controversias de su origen es difícil establecer qué relato es el verdadero, teniendo en cuenta que cada país que lo produce se atribuye su creación.
La historia Argentina cuenta que nació en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, el  17 de Julio del año 1829 durante un encuentro entre General Lavalle y Juan Manuel De Rosas. Se había firmado, el  24 de Junio, el Tratado de Cañuelas con el objetivo de acabar con la guerra civil que arrasaba la ciudad.
El General Lavalle llegó al campamento de Rosas para tratar unos asuntos pendientes. Cansado del viaje y al ver que Rosas se demoraba, Lavalle se recostó en un catre que tenía delante de sus ojos sin darse cuenta que una de las mulatas de Rosas estaba preparando la “lechada”, leche caliente con azúcar. Ésta, al ver al “enemigo”, fue en busca de ayuda para sacarlo de allí olvidando la leche, que hervía de a poco.
Luego de aclarar el malentendido, donde Rosas pidió no despertar ni molestar a su “hermano de leche” (fueron amamantados por la misma nodriza), la mulata regresó al fogón y vio que la “lechada” era una espesa jalea con un color marrón claro.
A partir de un pequeño error, un descuido, se obtuvo el postre argentino por excelencia!
(Fuente: “Pasión por el dulce de leche” de Miriam Becker)


¿Cómo prepararlo?
Si bien hay muchas formas de hacerlo, las más típicas de la Argentina son, a su vez, las más simples de realizar sin necesidad de hacer magia.
Voy a explicar 3 formas de hacer dulce de leche, las más simples desde mi parecer:

  1. La receta de la latita
La más casera de todas, la que todo el mundo conoce y la que seguramente casi todos hemos hecho más de una vez siendo chicos, es la de sumergir una lata de leche condensada en una cacerola llena de agua fría y dejarlo ahí unas dos horas desde el momento en que el agua rompe el hervor. Se deja enfriar la lata dentro del agua y cuando está bien fría, se abre la lata y…ahí está! Listo para comer!
Tal vez más de una persona se haya preguntado, en momentos como esos, el por qué de la fascinación que produce ese anhelado momento! Creo que la respuesta es obvia: el dulce de leche gusta porque es dulce y además qué mejor que hacerlo uno mismo!


  1. La receta tradicional
La más tradicional es la que incluye solamente tres ingredientes: leche, azúcar y bicarbonato de sodio.
Las proporciones son: 3 litros de leche entera, 1 kilogramo de azúcar blanca y 1 cucharadita (de té) de bicarbonato de sodio.
Se pone a hervir la leche con el azúcar sin dejar de mezclar con cuchara de madera. Cuando levanta el hervor y está cambiando de color, agregamos el bicarbonato de sodio que actuará como potenciado de color.



  1. La receta más sofisticada
Es un tanto diferente pero el dulce de leche sale riquísimo.
Las proporciones son: 3 litros de leche entera, 800 gramos de azúcar, 200 gramos de glucosa y 1 chaucha de vainilla.
En una olla se pone a calentar la leche hasta que llegue a punto de ebullición.
En otra olla se pone el azúcar y la glucosa; se cubre con agua a nivel (es decir, que no supere en más de un milímetro el volumen de azúcar y glucosa. Llevamos este conjunto al fuego hasta lograr un color caramelo.
En ese momento, volcamos la leche hirviendo sobre el caramelo con mucho cuidado para no quemarnos. Mezclamos con cuchara de madera y cocinamos a fuego fuerte hasta que cambie de color. Es ahí cuando agregamos la chaucha de vainilla y bajamos la hornalla a fuego bajo. Continuamos mezclando hasta alcanzar el punto de cocción deseado.
Para probar el punto de cocción, colocamos una cucharada del dulce sobre un plato; pasamos una cuchara por el centro; si se forma un surco y los bordes no se unen, el dulce estará listo.

Aplicaciones del dulce de leche
Tostadas, panqueques, bizcochuelos, galletitas, duraznos en almíbar, frutillas, banana; todo, absolutamente todo lo que se les ocurra del poblado universo “dulce” se lleva bien con el dulce de leche.
¿Quién no ha untado una tostada con manteca y dulce de leche? Es el componente favorito del desayuno de grandes y chicos.
¿Quién no ha mezclado crema chantilly con dulce de leche para rellenar una torta de cumpleaños; y quien no ha colocado una buena porción al lado de un flan o del budín de pan de la abuela para elevar nuestros paladares a esferas celestiales? 

En una palabra: el amor que los argentinos sentimos por el dulce de leche va más allá de toda circunstancia y situación. El dulce de leche es parte de nuestras vidas; nos regala una sensación de placer que es muy difícil de igualar.



-Es por eso que para cerrar esta primera entrega de mi blog, les dejo una receta no muy conocida y que ha hecho las delicias de mi infancia: 
el truquito de la “mousse rápida de chocolate”:
Mezclamos, con la ayuda de un batidor, un pote de crema de leche de 250 gramos más 250 gramos de dulce de leche; Una vez que está todo bien mezcladito, le agregamos tres cucharadas soperas de cacao (puede ser el que usamos para el desayuno). Volvemos a mezclar y colocamos en bol individuales. Llevamos a la heladera por dos horas y decoramos con lo que tengamos a mano: una frutilla, una tajadita de durazno en almíbar y, si tienen, un copito de crema chantilly-


Nada más rico ni más fácil para seguir usando dulce de leche, no es cierto? ;)
Hasta la próxima entrega! 

lunes, 14 de marzo de 2011

Emocionar antes que alimentar!

Cocinar es una manera de expresarse, es una manera de conectarse con otras culturas, con otras personas y con otras sensaciones..

A través de éste blog, me comprometo a ofrecer todos mis conocimientos en el mundo de la cocina. 
Mediante el origen de cada comida, de cada ingrediente, su uso, su derivación, van a ver que cada alimento tuvo su historia, su momento, antes de estar frente a nosotros!

"El cocinero no es una persona aislada, que vive y trabaja sólo para dar de comer a sus huéspedes. Un cocinero se convierte en artista cuando tiene cosas que decir a través de sus platos, como un pintor en un cuadro" - Joan Miró.


Yo encontré en la cocina un mundo nuevo, uno que me permite entender otras formas de pensar viendo lo que se come. Cocinar es algo indescriptible y no hay mejor sensación que una buena crítica a partir de un gran plato.
Cocinar es para todos y yo lo voy a demostrar!

Bon appetite!!